sábado, 15 de enero de 2011

Entrevista Revista "Rolling Stone" a Eminem - 2º Parte -


• Felicitaciones por el éxito de Recovery. ¿Te sorprendió?
Estoy un poco sorprendido. Estaba bastante más confiado con este disco que con el anterior. Está bueno que respeten tu trabajo de nuevo. Ganar premios está bueno, pero en este momento de mi carrera, lo hago por que me gusta.

• ¿Cuál fue el punto más alto hasta este momento?
Los shows con Jay-Z. Estar arriba del escenario frente a tanta gente, ser capaz de liderar el público sin tener que apoyarse en ayudas a las que acudía en el pasado, como las drogas y el alcohol. Es verdad que uno se pone nervioso, pero cuando me subo al escenario, quiero sentir esos nervios. Mirar al público y ver chicas llorando y esas cosas, es tremendo. Pero no es como antes, cuando sentía que necesitaba...(hace el gesto de empinar una botella).

• En 'Going Through Changes' hablás de vivir "como un recluso". ¿A veces te sentís desconectado del mundo?
Bueno, esa canción habla acerca de mi adicción, del estado mental en que estaba en aquella época. Ahora ya no me siento como un recluso. Salgo y hago cosas; igual es difícil. Tenés que armarte un entorno. Es un embole. Después de cuatro o cinco años que no sacaba un disco, hacía viajecitos a ver a mi tía abuela Edna, antes de que falleciera. Sabía que sería pronto, ella tenía noventa y pico, y yo quería pasar la mayor cantidad de tiempo posible con ella. Como hacía mucho que no sacaba un disco, podía parar a cargar nafta, o ir a otros lugares sin que me reconocieran. La verdad, eso estaba bastante bueno. Podrá sonar extraño, dado que siempre estoy tratando de captar la atención de la gente con mi música, pero a mí no me gusta llamar la atención. Cuando no soy Eminem, y soy solamente Marshall... es díficil.

'Not Afraid' contiene un mensaje positivo para la gente que está intentando superar obstáculos de su vida. ¿Ahora estás más cómodo con la idea de ser un ejemplo de conducta?
Cualquier cosa que la gente piense sobre mí está bien. Algunos quizá quieran imitarme. Otros quizá me consideren una amenaza. Pero estoy agradecido por cada carta que recibí de mis fans, y por cada persona que me dijo que la ayudé a salvarse.

• ¿La fama representa algo diferente para vos esta vez?
Siento que la puedo manejar mejor. Muchos de los problemas que tenía con la fama yo mismo los empeoraba. Mucho odio hacia mí mismo, mucha autocomplacencia. Ahora estoy aprendiendo a ver el lado positivo de las cosas, en vez de lamentarme porque no puedo llevar a mis hijas a Kmart.

• Produjiste la mayoría de tus discos anteriores con Dr. Dre, pero en éste trabajaste con varios productores nuevos...
Era hora de traer sangre nueva. ¡Había tantos productores talentosos con los que quería trabajar! Pero no sabía si iba a funcionar. Creo que le tenía miedo al fracaso. Onda: "¿Y si traigo a estos flacos y no se les ocurre nada?". Así que me quedé con los que conocía, con los que me sentía cómodo. Pero un día estábamos hablando con mi amigo Denaun (Porter, de D12), y me dijo: "Tenés que salir de tu isla". No quiero hablar todo el tiempo de eso, pero cuando dejé las drogas, empecé a hacer cosas que de otro modo no habría hecho.

• Tu música también parece más seria ahora.
Hacia el final de Encore (2004), las canciones empezaron a ponerse muy boludas. 'Rain Man', 'Big Weenie', 'Ass Like That'; en ese momento todo se empezó a caer en pedazos. Todos los días me tomaba un puñado de pastillas y me iba al estudio a boludear. Cuando me fui a Hawai con Dre para hacer el disco (que luego sería Recovery), hubo como un punto de inflexión en cuanto a las letras. Estaba en el auto escuchando unos viejos temas míos, pensando por qué lo nuevo que estaba haciendo no me pegaba como antes. Así que me empecé a apartar de los temitas graciosos y me puse a hacer de nuevo cosas que tuvieran fuerza y emoción.

• ¿En qué estás trabajando ahora?
Ahora estamos ocupados con Dre en Detox. Estamos cerca, te diría que ya tenemos la mitad. Le estoy prestando una oreja, lo ayudo a escribir, a meter estribillos, lo que pueda. Ultimamente, lo que estoy haciendo es escribir rimas para hacer participaciones en discos de otra gente. Trato de grabar todo el tiempo, porque si no me oxido. Soy muy paranoico con bloquearme y no poder escribir; me pasó cuatro años y me volvió loco. Por más que intentará, no podía pensar nada. Las pastillas tuvieron mucho que ver. Me quemaron las neuronas. No sé si suena como si estuviera dando excusas, pero la verdad es que tengo muchísimos recuerdos borrados. No sé si alguna vez tomaste Ambien, pero tiene el efecto de borrar la memoria. Esa mierda me llevó cindo años de mi vida. La gente me cuenta cosas y yo pienso: "¿De verdad hice eso?". El otro día me vi en BET, y pensé: "¿Y esto cuándo fue?".

• ¿Todavía guardás lo que escribiste en esa época?
Sí, me enferma la cabeza. Toda la página llena de letras, como si la mano me pesara 200 kilos. Tengo todo eso en una caja en el vestidor. Como recordatorio de una época a la que no quiero volver nunca.

• ¿Cómo empezaste con las drogas?
No empecé a drogarme hasta que mi carrera despegó. Creo que recién a los veintipico me tomé la primera cerveza. Pero después, cuanto más grandes se volvían los shows, más grandes las fiestas que se hacían después. Al principio, consumía recreativamente. Volvía de la gira y cortaba con eso, pasaba más tiempo con los chicos y estaba todo bien. Creo que se me empezó a convertir en un problema en la época de la película 8 Mile. Nos pasábamos dieciséis horas en el set todos los días, y si no me podía dormir estaba sonado. Así que un día alguien me dió Ambien, y me volteó por completo. Entonces pensé: "Uh, yo necesito esto". Así que me conseguí una receta. Después de cuatro o cinco meses, empezás a desarrollar tolerancia. empezás a clavarte otro cuartito de pastilla que deberías tomarte mañana. Después, cuando terminó la probation (en 2003), y ya no tuve que entregar muestras de orina, me desboqué. En la gira Anger Management 3 (en 2005), estuve dado vuelta todas las noches.

• ¿Cuán enganchado estabas?
Estaba tomando tantas pastillas que ya ni siquiera las tomaba para drogarme. Las tomaba para sentirme normal. No es que no llegara a estar drogado. Sólo que para hacerlo tenía que tomar una cantidad absurda. En un día podía a llegar a tomar entre 40 o 60 pastillas de Valium, y unas.... ¿20 o 30? de Vicodin. No sé. Tomaba mucho.
Mi régimen diario consistía en levantarme a la mañana y tomarme un Vicodin de 750 miligramos. Nunca podía tomar más de uno y medio, porque me reventaba el estómago. Así que me tomaba uno y medio, y después seguía tomando Vicodin todo el día. Después, a la tarde, a eso de las cinco o seis, empezaba con un Valium, o dos, o tres, o cuatro. Y cada hora me tomaba cuatro o cinco más. El Ambien me daba el empujón final para poder ir a acostarme. Al final, creo que ni eso me ayudaba a dormir más de dos horas. Es muy parecido a lo que leí sobre Michael (Jackson). No sé exactamente que tomaba él, pero leí que se despertaba todo el tiempo en medio de la noche para pedir más. Eso es lo que yo hacía, dos o tres veces por noche me levantaba y tomaba más.

CONTINUARÁ...

Extraído y Traducido: SONGSEMINEM Blog

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Castellón, España